En coautoria con ARAGON, JORGE ESTEBAN; FUKS, GABRIEL MARCELO; NEIRA, CLAUDIA; PENACCA, PAULA; POKOIK GARCÍA, LORENA IRIS; ALEGRE,GABRIELA; TAIANA, JORGE ENRIQUE
La
Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires declara su más profundo pesar por el
penoso desenlace de la desaparición de Luciano Arruga, cuyo cuerpo fue
identificado luego de casi seis años de búsqueda por parte de su familia.
Además
aboga por el esclarecimiento tanto de las circunstancia de la desaparición y
muerte como de las responsabilidades que le corresponden al Estado, sus
instituciones y sus funcionarios.
Asimismo acompaña
a familiares y amigos en este doloroso momento y manifiesta su preocupación
ante los hechos flagrantes de discriminación y estigmatización de las que son
víctimas los jóvenes de clases populares.
FUNDAMENTOS
Señora
Presidenta:
La desaparición de Luciano Arruga, un joven de
16 años, fue reportada el 31 de enero de 2009. En esa ocasión, su madre, Mónica
Alegre, brindó información sobre sus características personales, la vestimenta
que llevaba la última vez que había sido visto y presentó un habeas corpus que
la justicia rechazó.
A pesar de
eso, y con el antecedente de que Luciano había sido detenido con anterioridad y
denunciado apremios por parte de la policía, ni la justicia ni las fuerzas de
seguridad dieron ningún tipo de respuestas a los reclamos y presentaciones que
realizó su familia a lo largo de más de cinco años.
A partir de
un nuevo habeas corpus presentado, en
abril de 2014, por sus familiares, la Asamblea Permanente por los Derechos
Humanos (APDH) La Matanza y el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), el
juzgado federal comenzó a coordinar acciones para buscarlo y tras el cotejo de
huellas dactilares realizado por el Ministerio de Seguridad de la Nación se
descubrió que Luciano estaba enterrado como N.N en el cementerio de la
Chacarita.
Fue entonces, tras casi seis años de búsqueda e
investigación, que se llegó a la triste noticia de que el joven había sido atropellado
por un auto tres horas después de su desaparición en la Avenida General Paz y
Emilio Castro. Según los datos con los que se cuenta, el muchacho fue
trasladado hacia el Hospital Santojanni en una ambulancia del SAME donde lo
operaron y falleció a las 8 de la mañana del 1 de febrero de 2009.
La causa permanece en el juzgado federal, a
cargo del juez Juan Pablo Salas, quien continúa investigando las circunstancias
en las que se produjo la muerte. Su cuerpo será exhumado para ser sometido a un
análisis de ADN y a nuevos estudios para determinar si sufrió otras lesiones,
además de las causadas por el impacto del automóvil.
Además del pesar por el fallecimiento del
joven, manifestamos nuestra preocupación por la desidia y el maltrato a los
familiares por parte de distintas instituciones, policiales, judiciales y
ejecutivas, que tenían la obligación de informarlos y acompañarlos en su
búsqueda.
Toda familia tiene derecho a reencontrarse con
los cuerpos de sus familiares fallecidos, elemento central para la elaboración
de un duelo, y además, en este caso en particular, donde las condiciones de su
desaparición permanecen todavía inciertas, se vuelve central para el
esclarecimiento del caso en la Justicia.
Por lo expuesto solicitamos la aprobación del
presente proyecto de declaración.