La
Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires conmemora el "Día
Internacional del Orgullo LGBT" que se celebra el día 28 de Junio, adhiere
a todas las actividades que se realicen en dicho marco y expresa su compromiso
con el trabajo por la igualdad y la no discriminación hacia lesbianas, gays,
bisexuales y trans.
FUNDAMENTOS
Señora
Presidenta:
El
"Día Internacional del Orgullo LGBT" tiene su origen en la
conmemoración de los llamados "disturbios de Stonewall".
En la madrugada
del 28 de junio de 1969 tuvieron lugar una serie de de manifestaciones
espontáneas de resistencia contra un operativo policial en un bar conocido como
el "Stonewall Inn" ubicado en el barrio "Greenwich Village"
de la Ciudad de Nueva York. Este episodio se recuerda como la primera vez que
la comunidad LGBT luchó contra un sistema que los/as perseguía y se considera
el punto de partida de la organización del movimiento LGBT en todo el mundo.
Asimismo,
el 28 de junio de 1970 tuvieron lugar las primeras marchas del Orgullo en las
ciudades de Nueva York y Los Ángeles, conmemorando el aniversario de los
disturbios. Con el tiempo, otras ciudades fueron organizando marchas similares.
En la actualidad en esa fecha se celebran actividades del Orgullo por todo el
mundo no sólo para recordar los disturbios de Stonewall, sino que con el tiempo
han adquirido nuevos significados relacionados con la reivindicación de la
identidad LGBT y la lucha por el reconocimiento de derechos en condiciones de
igualdad y no discriminación.
En la
Ciudad de Buenos Aires, la Marcha del Orgullo se realiza el primer sábado de
noviembre, conmemorando la existencia de la primera organización LGBT de Argentina
y América Latina en el año 1967. De todas formas, se conmemora también el 28 de
Junio como "Día Internacional del Orgullo LGBT", realizando otras
actividades y eventos en la Ciudad de Buenos Aires y en todo el país.
La
Constitución de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires establece en su artículo 11
que “todas las personas tienen idéntica dignidad y son iguales ante la ley. Se
reconoce y garantiza el derecho a ser diferente, no admitiéndose
discriminaciones que tiendan a la segregación por razones o con pretexto de
raza, etnia, género, orientación sexual, edad, religión, ideología, opinión,
nacionalidad, caracteres físicos, condición psicofísica, social, económica o
cualquier circunstancia que implique distinción, exclusión, restricción o
menoscabo”.
Sobre este
tema, el Plan Nacional contra la Discriminación (PNc/D), aprobado por Decreto
1086/2005, señala que “nuestra sociedad históricamente legitimó una concepción
de sexualidad única, normal, sana y legal que se contraponía a cualquier otra
concepción de sexualidad. Esta noción niega la evidencia de la existencia de
sexualidades diversas y diferentes orientaciones sexuales e identidades de
género”. Esto genera que las personas que viven una orientación o identidad
sexual diferente a la norma son invisibilizadas en las campañas de salud,
reprimidas en los ámbitos educativos, hostigadas por las fuerzas de seguridad,
castigadas por sus familias, entre otras cosas; viviendo situaciones de extrema
marginalidad y opresión".
Si bien
hubo avances importantísimos en el reconocimiento de los derechos de las
personas LGBT a nivel nacional, como la ley de matrimonio igualitario, la ley
de identidad de género y salud integral para personas trans, políticas públicas
relacionadas a la diversidad sexual y la presencia de referencias positivas en
el arte, la cultura y los medios de comunicación, que sirven como herramienta
fundamental en el trabajo contra la discriminación, ésta todavía sigue siendo
una realidad para lesbianas, gays, bisexuales y trans en el ámbito laboral, los
ámbitos educativos y de salud, en las instituciones y dentro de las familias,
así como también todavía pueden observarse en los medios de comunicación masiva
y en las publicidades, a través de los estereotipos y la ridiculización.
Todas las
personas tienen derecho a ejercer libremente su sexualidad sin ser discriminadas,
a ser diferentes pero gozando de los mismos derechos, a no tener que ocultarse por miedo al rechazo
o incluso la violencia. Desde la Ciudad de Buenos Aires debemos trabajar para
seguir aportando en el camino hacia la igualdad y la no discriminación, por una
sociedad justa para todos y todas.
Por todo lo
expuesto, solicitamos la aprobación del presente proyecto de declaración.