martes, 8 de julio de 2014

PREOCUPACIÓN POR LOS NUMEROSOS CIERRES DE CENTROS CULTURALES, BARRIALES Y SOCIALES OCURRIDOS DURANTE LAS ÚLTIMAS SEMANAS DEL PRESENTE AÑO.-

En coautoria con FORM, EDGARDO; POKOIK GARCÍA, LORENA IRIS; FERREYRA, PABLO RICARDO 



PROYECTO DE DECLARACIÓN





La Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires manifiesta su preocupación por los numerosos cierres de centros culturales, barriales y sociales ocurridos durante las últimas semanas del presente año.





FUNDAMENTOS


En los últimos días hemos sido testigos de distintas clausuras a centros culturales, barriales y sociales de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires que no cuentan con la figura legal que posibilite su habilitación como espacios de creación, difusión y formación estética, artística y popular, se encuentran absolumentamente legitimados por quienes disfrutan, en su mayoría vecinos de los barrios donde están ubicados estos espacios, de las distintas actividades que estos centros culturales realizan.

La imposibilidad de poder acceder a un permiso de funcionamiento ha logrado una disputa constante con el marco legal vigente que los incentiva a habilitarse como comercios, siendo que, ni tienen actividades lucrativas ni buscan, los gestores de estos espacios, obtener recursos que no sean reutilzazos en los propios centros culturales.

Cada uno de estos centros genera actividades, entre las que encontramos, proyección de películas, debates de índole políticos, históricos, estéticos, etc, se dictan distintos talleres gratuitos de teatro, canto, circo, ajedrez, yoga, etc y además realizan actividades territoriales que, en muchos casos, han sido contención y sostén de niños y niñas, mujeres, vecinos y vecinas con diversas facultades.

La labor de estos centros no es sólo es cultural, también existe un profundo respeto y trabajo con el entorno que los rodea y siempre están presente en las distintas problemáticas que aquejan a los barrios que los acogen. Es así como en no pocas oportunidades sus puertas están abiertas para actividades de solidaridad con algún vecino o vecina que necesita de recursos por distintos motivos o se convierten en centros de ayuda cuando alguna catástrofe ocurre en la ciudad, en cualquier punto del país o, incluso, en algún país vecino.

La concepción de cultura que practican estos centros culturales es aquella que nos incluye a todos, es la que nos invita a participar, es la que nos transforma, la que nos interpela, la que busca cultivar lo mejor de todos nosotros. No hay detrás de estos espacios algo que pudiera afectar negativamente a la sociedad porteña pues son parte de ella y construyen desde allí su que hacer cotidiano.

Es por iniciativas como estas que la Ciudad de Buenos Aires ha sido reconocida históricamente como un faro cultural tanto a nivel nacional, latinoamericano, como mundial, lugar que se desarrolló en buena medida gracias a una ciudadanía activamente comprometida en la generación de una cultura porteña sobre la base de la pluralidad y la inclusión.

Las clausuras no son beneficiosas para los centros culturales y las multas que se les otorgan resultan impagables ya que estos espacios son autogestionados, no realizan actividades comerciales y no reciben financiamiento gubernamental. Estas clausuras parten de la inexistencia de figuras legales que permitan que los espacios comunitarios tengan habilitación y se puedan sostenerse económicamente. Una Ley es el primer paso para resolver esta situación, y posterior a ella deben crearse políticas públicas de promoción y financiamiento de estos espacios.

Por lo anteriormente expuesto, solicito la aprobación del siguiente proyecto.