Artículo 1º.- Declárase de utilidad pública y
sujeto a expropiación, en los términos establecidos por la Ley Nº 238, el
inmueble ubicado en la calle Viamonte al 1818, Nomenclatura Catastral:
Sección 9, Manzana 81, Parcela 1C, del barrio de Balvanera, perteneciente al ámbito de la Comuna 3 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Artículo 2°.- El inmueble mencionado en el artículo 1°, será destinado al funcionamiento de un museo histórico.
Artículo 3°.- Autorízase al Poder Ejecutivo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires a
celebrar un convenio con el Poder Ejecutivo Nacional, para otorgarle a éste el
derecho real de usufructo respecto del inmueble por un plazo de treinta (30)
años, quedando el mismo sujeto al régimen previsto en el Convenio Nº 1/14
suscripto entre la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y la Nación Argentina.
Artículo 4°.- La determinación del precio del inmueble se hará de acuerdo a la tasación
que efectúe el Banco de la Ciudad de Buenos Aires.
Artículo 5°.- Los gastos que demande el cumplimiento de la
presente Ley serán imputados a las partidas presupuestarias correspondientes al Presupuesto General de Gastos y Cálculos de
los Recursos de la Ciudad de Buenos Aires, del ejercicio 2014.
Artículo 6°.- El Poder Ejecutivo, a los 30 días de promulgada la presente ley,
iniciará el proceso expropiatorio.
Artículo 7°.- Comuníquese, etc.
FUNDAMENTOS
Señora
Presidenta:
El
objetivo de la presente iniciativa parlamentaria es declarar de utilidad
pública y sujeto a expropiación, al inmueble ubicado en la calle Viamonte al 1818 del barrio porteño de Balvanera. Este inmueble es una de las sedes en
donde funcionó el "Batallón de
Inteligencia 601".
El
"Batallón de Inteligencia 601",
nombre puesto por el Servicio de Informaciones del Ejército (SIE), fue un
servicio de inteligencia militar del Ejército Argentino muy activo durante la
última dictadura en nuestro país, particularmente durante la Guerra de Malvinas.
El mismo dependía de la Jefatura II del Ejército y tenía destacamentos desplegados
en toda la República Argentina. Su misión era la reunión de información,
análisis y producción de inteligencia estratégica.
En el histórico edificio de Callao y
Viamonte funcionó la sede central del Batallón
601 y se planeó particularmente en él, la represión y terrorismo de
Estado en el ámbito de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, durante los años de
dictadura cívico-militar. Desde allí, se elaboraron operativos de secuestros y
se conoce que, tras esas paredes y puertas blindadas, hubo detenidos/as
desaparecidos/as para ser torturados/as y luego trasladados/as a Centros
Clandestinos de Detención o asesinados/as. Ejemplo de ello son los casos de
Laura Noemí Creatore, de Carlos Hugo Capitman y del dueño del Cronista
Comercial, Rafael Perrota, los tres actualmente desaparecidos/as. También en él
estuvo oculto el cadáver embalsamado de Eva Perón, robado de la sede de la CGT
en 1955.
En los últimos meses, se comenzó en
este inmueble un proceso de reformas y demolición interna por parte de la
Universidad de El Salvador, que alojaría allí a 5000 de sus alumnos/as. La
remodelación del edificio fue denunciada por organizaciones de derechos humanos
tales como "Barrios por Memoria y
Justicia Balvanera" y "
Baldosas por la Memoria". Las mismas exigen la inmediata suspensión de
las obras, la detención de la demolición y la preservación del lugar como sitio
de memoria, destacando la importancia de garantizar su resguardo como fuente de
pruebas por su enorme valor histórico.
Por otra parte, estas organizaciones
solicitan además que se investigue como llegó este edificio público a manos de
la Universidad del Salvador (USAL), después de estar cerrado por más de una
década.
El recorrido del edificio fue
público hasta hace unos diez años atrás. En el año 2000, durante el gobierno de
la Alianza, el entonces jefe del Ejército, Carlos Brinzoni, anunció el cierre
del Batallón 601 y la venta del inmueble; medidas que formaban parte del
proyecto de reestructuración integral del área de Defensa, que tenía a Ricardo
López Murphy como ministro.
De este modo, el "Plan de
Modernización para Mejorar la Calidad del Gasto" del Ministerio, preveía,
entre otras medidas de ajuste y cambios en la organización de las Fuerzas
Armadas, la venta de más de 100 inmuebles.
Para la venta de inmuebles había dos
proyectos: uno consistía en concentrar personal de todas las armas en el
edificio Libertador, despejando el Libertad (Armada) y, tal vez, El Cóndor (Fuerza
Aérea) para su venta; y el otro, preveía la venta de 111 inmuebles considerados
innecesarios, sobre un total de 1913 bienes inventariados en todo el país.
El edificio salió a licitación en el
último semestre de 2002 y su venta se concretó en enero/febrero de 2003. Desde
el mes de septiembre de 2005, tenía aviso de obra. Luego de ello, quedó
abandonado hasta que en los últimos meses aparecieron en su fachada carteles de
la USAL, que anunciaban el comienzo de las remodelaciones. Además, la
inmobiliaria "Toribio Achával"
puso un cartel de alquiler de la planta baja y el subsuelo del inmueble,
para ser utilizados como locales comerciales.
¿Qué clase de formación se puede
brindar a las nuevas generaciones de jóvenes en un lugar en donde se decidió la
desaparición y/o muerte de miles de personas, eliminando los vestigios de su
triste rol histórico?; ¿qué ejemplo de compromiso, de Memoria, Verdad y
Justicia puede dárseles ignorando el horror allí acontecido?; ¿qué clase de
conciencia social pueden desarrollar los/as futuros/as estudiantes si no se
recupera la historia reciente del lugar en donde un emprendimiento privado
pretende que estudien?; ¿por qué es tan importante recordar y construir
colectivamente la memoria histórica del pueblo?
“Si el pasado no tiene nada que
decir al presente, la historia puede quedarse dormida, sin molestar, en el
ropero donde el sistema guarda sus viejos disfraces”[1].
La Memoria exige de nosotros/as
compromiso, protagonismo y acción. La Memoria cuestiona, denuncia y exige
juicio y castigo a los/as responsables, materiales e ideológicos, de todas las
vidas que se llevaron y de todas aquellas que arruinaron. Porque no se puede
aceptar otra cosa que no sea que los/as culpables sean juzgados/as y condenados/as,
tanto jurídica como socialmente.
Por
ello, es fundamental rescatar y preservar aquellos lugares donde sucedieron
hechos importantes y tan dolorosos de nuestra historia, en donde se vivió y se
planeó el terrorismo de estado.
En
este sentido, resulta necesario detener la demolición interna, las
remodelaciones previstas y restituir el inmueble de la calle Viamonte al 1818 al
patrimonio de nuestra ciudad, tanto a los fines de facilitar las
investigaciones preservando las posibles pruebas judiciales, como así también para
la construcción de la memoria colectiva de lo acontecido en épocas de la
peor dictadura argentina.
Teniendo
en cuenta la necesidad de conservar los sitios de memoria del terrorismo de
estado, es decir, de los lugares que funcionaron como centros clandestinos
de detención, tortura y exterminio o, como en este caso, donde sucedieron
hechos emblemáticos del accionar de la represión ilegal, es que
consideramos de vital importancia rescatar del olvido este edificio testigo de
todo ello y convertirlo en museo histórico de la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires.
Por todos los motivos aquí expuestos,
es que solicitamos la aprobación del presente Proyecto de ley[2].