La
Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires conmemora el 38° aniversario
del hecho represivo conocido como "La noche de los Lápices" que tuvo
lugar el 16 de septiembre de 1976, durante la última dictadura militar, al mismo
tiempo que declara su adhesión a las actividades, actos y marchas que se
realicen en dicho marco.
FUNDAMENTOS
Señora
Presidenta:
El 16 de
septiembre de 1976, en la ciudad de La Plata, la última dictadura militar
desplegó sus fuerzas represivas en un operativo, que luego duraría varios días,
con el objetivo de efectuar detenciones masivas de estudiantes de escuelas
secundarias.
En ese
marco secuestraron a un grupo de diez jóvenes. Seis de ellos/as continúan
desaparecidos/as: Francisco López Muntaner (16), María Claudia Falcone (16),
Claudio de Haca (17), Horacio Horacio
Húngaro (17), Daniel A. Racero (18) y María Clara Ciochinni (18) y sólo cuatro pudieron sobrevivir: Pablo Díaz (18),
Gustavo Calotti (18), Emilce Moler (17) y Patricia Miranda (17).
Durante el
secuestro fueron sometidos a torturas y vejámenes de todo tipo en distintos
centros clandestinos, entre ellos, el Pozo de Arana, el Pozo de Banfield, la
Brigada de Investigaciones de Quilmes y la Brigada de Avellaneda.
Este hecho
represivo que pone de manifiesto el impacto que el terrorismo de estado tuvo en
los sectores más jóvenes de la población[1],
tuvo repercusión pública masiva por primera vez durante el Juicio a las Juntas
Militares en 1985, cuando uno de los sobrevivientes prestó su testimonio ante
la justicia. Un año después, se publicó un libro escrito por los periodistas
Héctor Ruiz Núñez y María Seoane que narra la historia, que luego se
convertiría en una película bajo la dirección de Héctor Olivera.
El libro
tuvo más de diez ediciones y la película sigue siendo, aún hoy, una de las más
vistas en las escuelas a la hora de recordar lo sucedido. Sin embargo, si bien
tanto el libro y como la película muestran una fiel representación de la
represión sufrida por los/as estudiantes -debido el contexto político de la
época en la que fueron realizadas ambas obras- no muestran con la misma
fidelidad la faceta política, ya que los/as presentan desde un lugar de
ingenuidad en relación a este aspecto. Tal es así que el testimonio de las sobrevivientes
afirma: “Nosotros nos jugábamos la vida con el compromiso político. Estábamos
muy conscientes de que nos podían detener, torturar o matar. Incluso hablábamos
del uso de la pastilla de cianuro (para evitar la tortura)”.
La mayoría
de los/as jóvenes tenían militancia política. Muchos habían participado,
durante la primavera de 1975, en las movilizaciones que reclamaban el BES
(Boleto Estudiantil Secundario), un beneficio conseguido durante el gobierno
democrático y que a partir del golpe de estado fue desapareciendo lentamente
con aumentos paulatinos en el precio del boleto. Al mismo tiempo, muchos/as
integraban la UES (Unión de Estudiantes Secundarios) y la Juventud Guevarista,
entre otras organizaciones.
En palabras
de Emilce Moler, una de las sobrevivientes, "La Noche de los Lápices quedó
como un ícono muy fuerte en la impronta de los jóvenes; es una fecha para
conmemorar a los cientos de chicos que fueron desaparecidos, torturados o que
sufrieron cárcel o exilio".
Entendiendo
que recordar este tipo de aniversarios contribuye a reafirmar el compromiso de
todos y todas por la Memoria, la Verdad y la Justicia, y por los motivos
expuestos, solicito la pronta aprobación del presente proyecto de declaración.
[1] De acuerdo al informe "Nunca Más" que elaboró la
Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP), unos 250
adolescentes forman parte de los 30.000 desaparecidos que hubo en la época.
Algunos incluso con apenas 13 años de edad.