Son de Curitiba, conviven hace 21 años y fueron los primeros en obtener la unión civil en el estado de Paraná. Ellos y otras 250 parejas de varios países buscan casarse aquí gracias a la nueva ley para que se reconozcan sus derechos.
Por:
Natalia Paez
Llamas desde Argentina? ¿El país en el que los homosexuales nos podemos casar?" Así contestó el teléfono de su casa en Curitiba el brasileño Toni Reis, de 47 años. Él y su pareja, el británico David Ian Harrad, de 41, intercambiaron alianzas y cortaron una torta de bodas en 2003, luego de haber obtenido, a través de un fallo judicial, un certificado de unión civil (Termo Comprobatório de Convivência, según la ley brasileña). Fueron los primeros en Curitiba, estado de Paraná.
Con este documento, ellos, que conviven desde hace 21 años, lograron que Harrad consiguiera la ciudadanía brasileña. Reis contó a Tiempo Argentino que antes del fallo habían llegado a pensar que David se casara con la madre de él para conseguir la ciudadanía. Ahora piensan venir a la Argentina: "Queremos casarnos vía Buenos Aires, para que se nos reconozcan los derechos de cualquier matrimonio."
Toni es el presidente del grupo Dignidad, de Brasil, y de la Asociación Brasileña de Lesbianas, Gays, Travestis y Bisexuales. "Junto a otras diez parejas hemos iniciado averiguaciones para saber si por tratarse de un país del Mercosur, los matrimonios contraídos en la Argentina serían validados. Cuando aquí no había ley de divorcio, muchas parejas iban a hacerlo al Uruguay; luego pedían en Brasil las validaciones y se las otorgaban", contó. En cada marcha por la igualdad de derechos civiles, Toni y quien él llama "mi marido" aparecen vestidos de novios, con frac y moño, para pedir por el matrimonio igualitario en Brasil. "De este modo hacemos alusión directa al Registro Civil de nuestro deseo por la igualdad de derechos como casados." Reis aseguró que luego de la promulgación de esta ley en la Argentina se desató una gran agitación en la comunidad gay del país vecino para apurar el tratamiento de los proyectos de ley que duermen en los cajones. "Estamos discutiendo desde 1995 un proyecto llamado 'el 1151'. Ahora estamos con otro que lleva fecha de 2009."
Cuando en la adolescencia les dijo a sus padres que era gay, "entraron en shock", contó Toni. Intentaron "reformarlo" con médicos y sacerdotes, aunque años después, lo aceptaron. "Yo creo que hasta las personas más cerradas, cuando les toca algo de cerca, pueden cambiar. Una ley ayuda a que ciertas cosas se vean con otros ojos."
Según revelaron las organizaciones de la comunidad homosexual en el país, al menos 257 parejas de países latinoamericanos y europeos ya realizaron consultas para casarse aquí, luego de la sanción de la ley que habilita el matrimonio entre personas del mismo sexo, que ayer entró en vigor.
La Comunidad Homosexual Argentina recibió 137 consultas de parejas de extranjeros, de argentinos residentes en el exterior o en las que uno de los dos integrantres nació en el país, según explicó el secretario de la entidad, Marcelo Suntheim. Además, otras 120 parejas se comunicaron con la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans para preguntar sobre los trámites que deben llevar adelante para contraer matrimonio en este, que es el primer país de Latinoamérica en sancionar una ley que permite el casamiento entre personas del mismo sexo.
"Sólo deben tener una residencia transitoria cerca del registro civil donde van a casarse para poder sacar turno", sostuvo la presidenta de la federación, María Rachid. Las organizaciones recibieron consultas de parejas procedentes de Brasil, Uruguay, Chile, Perú, Bolivia, Colombia, Venezuela e Italia, entre otros. "Les ofrecimos asesoría y acompañamiento en los trámites, además de establecer convenios con estudios jurídicos en sus países de origen para que pidan también allí la inscripción del matrimonio", precisó Suntheim.
Esta semana, una pareja de chilenos pidió turno en un registro civil mendocino, y serán los primeros en contraer matrimonio.