La Comisión de Comercio escuchó las opiniones de algunos editores de diarios, de Hebe de Bonafini, Damián Loretti y María Rachid. La oposición estuvo ausente, pero algunos bloques se sumarán en la próxima cita.
Por:
Felipe Yapur - Agustín Álvarez Rey
La primera jornada de audiencias públicas sobre el proyecto de Papel Prensa arrojó un resultado claro y concreto: todos los expositores -entre los que se encontraban propietarios de diarios porteños y provinciales- coincidieron en la necesidad de declarar de interés público la producción, distribución y venta del papel para diarios. Los diputados de la oposición no se enteraron de lo sucedido. Todos estuvieron ausentes, aunque se prevé que el martes próximo comiencen a participar los integrantes de los bloques más chicos.
Poco después de las 10, la presidenta de la Comisión de Comercio, Juliana Di Tullio (FPV), abrió la jornada acompañada por el kirchnerista que conduce la Comisión de Peticiones, Poderes y Reglamento, Gerónimo Vargas Aignasse. Rápidamente se sucedieron las exposiciones, y todos los sectores que participaron coincidieron en los aspectos centrales del debate. Juristas, docentes universitarios, representantes de los trabajadores, de los diarios y las organizaciones de Derechos Humanos argumentaron a favor de la democratización de la palabra escrita y narraron las dificultades que acarrea el actual manejo de Papel Prensa.
Jorge Déboli, representante del Grupo Editor Informe de La Plata, sostuvo que "bajo estas reglas nosotros hemos llegado a pagar el papel un 50% más caro de lo que lo pagaron Clarín y La Nación". La queja de Déboli no fue la única ni la última. Similar fue el relato del representante de Página/12, Ricardo Badía, quien recordó que en los comienzos del diario debían pagar día a día el papel para poder imprimir.
El diario Ámbito Financiero que fuera fundado por Julio Ramos, estuvo representado por Gustavo Isaac, quien dijo que se hacía imprescindible la sanción de esta norma. Desde luego, si es que realmente los legisladores están de acuerdo con garantizar "el acceso igualitario de todos los medios del país al principal insumo para la prensa gráfica, como es el papel".
Las voces críticas también llegaron desde el interior como El Diario de la localidad cordobesa de Villa María. Raúl Olcelli prefirió concentrarse en cuánto afecta los costos de un medio gráfico el papel de diario. "En 2001, cuando recuperamos la empresa, el precio de tapa era de un peso. Hoy es de $ 2,50, es decir un 150% más. En ese mismo período, el costo de Papel Prensa se incrementó en 450%. Así es muy difícil sobrevivir", dijo el periodista cordobés.
La presidenta de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, también fue partícipe de la primera jornada. Bonafini fue contundente y apuntó directamente al Grupo Clarín: "Cómo cuidan el papel, no lo quieren ni soltar. Tienen tanto miedo de que el pueblo se haga del papel para decir la verdad, de que todos podamos expresarnos, que están haciendo de todo para impedirlo."
Desde el punto de vista jurídico, el experto en derecho a la información Damian Loretti señaló que "lo que hay que hacer es una ley de tipo general y no sólo para una empresa. Hay que establecer la circulación transparente de un insumo vital. Tal y como se decidió con las frecuencias radioeléctricas en la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual."
En tanto, María Rachid, representante de la Mesa por la Igualdad, aseguró que "el Grupo Clarín no es un problema de Néstor Kirchner, del oficialismo o de este gobierno, es un problema de todos los argentinos. Esperemos que este proyecto posibilite el surgimiento de nuevas voces. Si es así, la Argentina será un país mejor, con más democracia y más diversidad."
Si bien los diputados del Frente para la Victoria sabían que la oposición no se haría presente, no dejaron de sorprenderse por la ausencia de aquellos que presentaron proyectos alternativos como Omar de Marchi (PRO) y Cecilia Merchan, de Proyecto Sur. "Las ausencias también marcan un posicionamiento sobre el tema", aseguró la kirchnerista Di Tullio. Sin embargo, cree que con el correr de los días y de las audiencias, algunos bloques ("los que resistan la presión de las bancadas opositoras más grandes") se harán presentes. De hecho, en el socialismo ya se analiza la posibilidad de participar porque entienden que es "absurdo" bloquear el debate en el Parlamento.