Coautores : RACHID, MARÍA ≈ TAIANA, JORGE ENRIQUE ≈
Declárese
de Interés Cultural de la Ciudad de Buenos Aires la Obra Teatral "Un rubio peronista", realizada por
el artista Gustavo Berger, que se presenta todos los sábados y domingos en el
Teatro Bambalinas.
FUNDAMENTOS
Señora
Presidenta:
Gustavo
Berger tiene 31 años y hace más de 15 que se dedica profesionalmente a la
comedia. A lo largo de su carrera ha desarrollado un
estilo muy particular de humor. Como si se tratase de un cronista, a Gustavo le
encanta ser testigo, observar y contar lo que ve, reflejando con humor a través
de sus monólogos, situaciones cotidianas por las que todas y todos atravesamos.
Es autor de cuatro unipersonales, "Cuento con humor" (2002), "Humor Solo" (2004), "Pido la palabra" (2009) y "Un rubio peronista" (2012),
los cuales ha representado en diversos espacios a lo largo y ancho del país,
con excelentes críticas. En 2010 realiza su primera incursión en el monólogo
político, siendo uno de los fundadores del dúo "Los muchachos humoristas", grupo con el cuál a lo largo
de dos años realizó una extensa gira por territorio nacional, recorriendo más
de 20.000 km de rutas, de norte a sur y de este a oeste, con el apoyo del
público e importantes personalidades de la cultura y la política.
"Un
rubio peronista" es un stand up que "está estructurado desde la propia historia
de Berger –criado en una familia antiperonista y en un barrio de clase media–,
desde donde el comediante analiza situaciones del peronismo desde una mirada
nacional y popular, en una puesta que se apoya en los relatos radiales de
Enrique Santos Discépolo como nexo entre el pasado y el presente de la realidad
política Argentina"[1].
Luego de más de 200 presentaciones en el
Paseo La Plaza y giras por todo el país, "Un
rubio peronista" vuelve a la escena con su tercera temporada, en el
Teatro Bambalinas, todos los sábados y domingo con el tradicional sistema a la
gorra. "Cuando
estrené el espectáculo pensé que la gente no tenga un impedimento para entrar a
la sala. Consciente de que no me conocían, ¿quién iba a pagar una entrada para
un pibe que hace stand up político? Hagámoslo a la gorra, que vengan y decidan
y se instauró. Hoy es lo mismo si pusiera una entrada paga. (…) La concepción
ideológica es 'No quiero que nadie se quede afuera sin ver el espectáculo'. Por
suerte anda muy bien. Hacemos publicidad en radios y también imprimimos afiches
y todo eso sale de las gorras"[2],
sostuvo Berger en una entrevista.
"Lo
primero que hace al pisar el escenario del teatro Bambalinas es bromear con que
las terceras temporadas nunca son buenas. Hace alusión, claro, al tercer
gobierno de Perón. La sala está que explota, estallará de risa y la jornada
terminará con dedos levantados en V. Evidentemente, el treintañero tiene un
público cautivo, gente que le sigue los pasos porque, como está apoyado en la
coyuntura, el show no es nunca el mismo (…) En su discurso aparecen los
personajes de la política y de los medios de la Argentina, con nombre y
apellido, y también su padre y su madre, como si la historia propia y la del
país no pudieran separarse. No pueden, eso demuestra 'Un rubio peronista'.
Berger repasa los entredichos con su padre, un gorila –'pero no tanto como se
ve en el show', aclara en la entrevista–, y la curiosa historia de su madre,
quien pidió el divorcio al enamorarse de una mujer. 'Tengo una mamá lesbiana',
dice el comediante en la mitad de la obra, y aprovecha su biografía para
referirse a la Ley de Matrimonio Igualitario y a otras que cambiaron la
Argentina en los últimos años"[3].
Cuando le preguntan sobre qué función
tiene el humor, Berger dice que "siempre
es mucho más fácil entrar desde el lado del humor. Entrar a hablar de política
desde el lado del humor, es capaz un poco menos violento que empezar a hablar
de movida seriamente. Sobre todo, para la gente que no está del todo
convencida. También es una herramienta militante, puertas adentro, hacia los
que ya estamos militando. Ver a una persona que comparte tus ideales y que te
divierte a través de expresar esas ideas o de reafirmarlas levanta el ánimo"[4].
Gustavo Berger, con su obra "Un rubio peronista", nos
propone una mirada diferente, comprometida, filosa y sin medias tintas, de la
política actual. Desde el humor, realiza un análisis de la realidad política
argentina, entrelazando su historia familiar donde habla de él mismo como un
joven que decide interesarse por la política y militar, con un padre para quien
la política es una mala palabra. "Lo
de rubio peronista termina siendo una excusa para empezar a hablar y a debatir
ideas desde arriba del escenario"[5].
Gustavo Berger utiliza el humor como
herramienta para la militancia y la risa como camino al pensamiento crítico. La
obra apuesta a la diversión, pero también a la reflexión, con la simple pero
efectiva contundencia del monólogo político.
Por los motivos aquí expuestos, es que solicitamos
la aprobación del presente Proyecto de Declaración[6].
[1] Ver http://www.telam.com.ar/notas/201306/21977-un-rubio-peronista-el-stand-up-como-herramienta-del-analisis-politico.html
[2]
Ver http://blogteatro.blogspot.com.ar/2014/03/gustavo-berger-un-rubio-peronista.html#.U0VfMqh5NSs
[3] Ver http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/espectaculos/10-31284-2014-02-09.html
[4] Idem.
[5] Idem.
[6] Se agradece la colaboración de la
asesora Patricia Gomes en la elaboración del presente proyecto y los aportes realizados por los/as militantes
de la Mesa Nacional por la Igualdad.