Decláranse
de interés para la Promoción y Defensa de los Derechos Humanos de la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires a las revistas "Los
monstruos tienen miedo" del Centro Universitario de Ezeiza y "La resistencia" del Centro
Universitario de Devoto, realizadas por estudiantes privados/as de su libertad
ambulatoria, en el marco del Taller Colectivo de
Edición, dependiente del Programa de Extensión en Cárceles (PEC) de la Facultad
de Filosofía y Letras.
FUNDAMENTOS
Sra. Presidenta:
Las revistas "La resistencia" y "Los
monstruos tienen miedo" son realizadas por estudiantes privados/as de
su libertad del Complejo Penitenciario de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y
el Complejo Penitenciario Federal I de Ezeiza, respectivamente.
Producidas por los Centros Universitarios
de Devoto (CUD) y Ezeiza (CUE), en cada caso, las revistas se realizan en el
marco del Taller Colectivo de Edición, dependiente del Programa de Educación en
Cárceles (PEC) de la Facultad de Filosofía y Letras, como parte de las
actividades del Programa UBAXXII[1] de la Universidad de
Buenos Aires.
Las revistas se distribuyen de manera
gratuita en penales, universidades, organismos e instituciones interesadas en
los derechos humanos y las problemáticas propias del encierro. Sus páginas
proponen análisis y debates sobre temas de actualidad, en especial aquellos
vinculados a la cárcel y al sistema penal, la tortura, los malos tratos, las
condiciones de encierro, el derecho a la educación, el trabajo, la salud, la
libertad de expresión, las dificultades socioeconómicas que atraviesan los/as
liberados/as, la responsabilidad de la sociedad y el Estado sobre exclusión,
estigmatización y discriminación. Allí,
se brindan opiniones, narran experiencias personales y realizan críticas al
encierro penal, reflexionando sobre su función social real.
Ambas revistas cumplen con distintos
objetivos en relación con la promoción de los Derechos Humanos, difundiendo y
reivindicando derechos y promoviendo una mayor concientización y participación
en la defensa de los mismos, de parte de las personas privadas de su libertad y
la ciudadanía en general.
Los/as estudiantes que participan del
taller discuten colectivamente los temas, junto a los/as docentes coordinadores/as;
producen, diseñan y editan los contenidos; escriben los ensayos, poemas, relatos,
cartas y notas de opinión; dibujan las tipografías e imágenes, y discuten el
uso y la distribución de estos materiales para su publicación. Además, esta actividad
funciona como un espacio de formación académica y capacitación laboral en el
desarrollo de proyectos editoriales. De hecho, se articula con proyectos de
autogestión y organización solidaria como la Cooperativa Esquina Libertad,
integrada por personas detenidas y liberadas, entre otros/as.
Tal como plantea la UNESCO, la educación “es un derecho humano fundamental, esencial
para poder ejercitar todos los demás derechos. La educación promueve la
libertad y la autonomía personal y genera importantes beneficios para el
desarrollo”[2].
En nuestro país la educación es un
derecho para todos y todas, incluidas las personas privadas de su libertad. La
Ley 26.206, de Educación Nacional, en su artículo 55 establece: “La Educación en Contextos de Privación de
Libertad es la modalidad del sistema
educativo destinada a garantizar el derecho a la educación de todas las
personas privadas de libertad, para promover su formación integral y desarrollo
pleno”. Además la ley establece que este derecho no admite limitación ni
discriminación y deberá ser puesto en conocimiento de todas las personas
privadas de libertad.
Por su parte, en la Ley Nº 26.695, de
Ejecución de la Pena Privativa de la Libertad, está contemplado el derecho a la
educación en el artículo 133, que dice: “Todas
las personas privadas de su libertad tienen derecho a la educación pública. El
Estado nacional, las provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires tienen la
responsabilidad indelegable de proveer prioritariamente a una educación
integral, permanente y de calidad para todas las personas privadas de su
libertad en sus jurisdicciones, garantizando la igualdad y gratuidad en el
ejercicio de este derecho, con la participación de las organizaciones no
gubernamentales y de las familias”.
La publicación de "La resistencia" y "Los
monstruos tienen miedo", reviste suma importancia, ya que las mismas parten
del ejercicio del derecho a la educación, a la libertad de expresión y la
participación que promueve la inclusión.
Es importante remarcar que la libertad de
pensamiento y de expresión está contemplada en la Convención Americana sobre
Derechos Humanos, y contemplada en nuestra Constitución Nacional en el artículo
75 inc. 22. La convención establece la libertad de pensamiento y de expresión
en el artículo 13.1 donde “toda persona
tiene derecho a la libertad de pensamiento y de expresión. Este derecho
comprende la libertad de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de
toda índole, sin consideración de fronteras, ya sea oralmente, por escrito o en
forma impresa o artística, o por cualquier otro procedimiento de su elección”. Asimismo,
en el artículo 24 de esta misma Convención se establece el principio de
igualdad, sosteniendo que “todas las
personas son iguales ante la ley. En consecuencia, tienen derecho, sin
discriminación, a igual protección de la ley”.
De tal forma, "Los monstruos tienen miedo" y "La resistencia" son revistas que se generan en los
centros de estudios universitarios de penales federales, que tienen incidencia
en el ámbito público e interno de las cárceles, permitiendo que se escuche la
voz de las personas privadas de su libertad. Informan y difunden actividades,
derechos y reivindicaciones, promoviendo el acceso a la educación y la
capacitación en todos los niveles para una verdadera inclusión social de estas
personas.
Las revistas implican un compromiso con
los Derechos Humanos y con la ciudadanía en general, en tanto promueven un
profundo cambio cultural en la sociedad, en pos de la ampliación de derechos,
para que se entienda la seguridad desde una perspectiva integral, y para que la
misma no se apoye en la represión y el castigo sino en la prevención y la
inclusión social.
Ellas se proponen como un espacio donde
sostener la auto-organización y construir, desde la solidaridad y desde un
compromiso que se renueva a cada paso, un presente distinto, que los/as tenga
como participantes activos/as y proyectando en libertad como personas plenas de
derechos.
Por todo lo expuesto solicitamos el
acompañamiento y la aprobación del presente Proyecto de Declaración.[3]
[1]
El Programa UBAXXII (“Universidad en la cárcel”) desarrolla
actividades académicas, de investigación y extensión en penales federales, a
partir del convenio firmado el 17 de diciembre de 1985 entre la Dirección
Nacional del Servicio Penitenciario Federal y la Universidad de Buenos Aires,
ratificado por la Resolución (CS) Nro. 63 del 18 de febrero de 1986. En la
actualidad se dictan, de manera presencial, siete carreras de grado y se
realizan distintas actividades extracurriculares distribuidas en seis unidades
y complejos penitenciarios ubicados en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y el
Conurbano bonaerense.
[2] Ver Derecho a la educación – UNESCO http://www.unesco.org/new/es/education/themes/leading-the-international-agenda/right-to-education/
[3] Se agradece la colaboración de
las asesoras Lucía Berasueta y Lidia Pérez, como de Juan Pablo Parchuk, en la
elaboración del presente proyecto y los aportes realizados por los/as
militantes de la Mesa Nacional por la Igualdad.