PROYECTO DE
DECLARACIÓN
Declárase
para la promoción y defensa de los Derechos Humanos, y de de interés cultural y
social de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, a la «XXIII Marcha del Orgullo
LGBTIQ», que se realizará el 15 de noviembre del corriente año bajo la consigna
«Por más igualdad real: Ley antidiscriminatoria y Estado laico».
FUNDAMENTOS
Señora
Presidenta:
En la Ciudad de Buenos Aires, la Marcha del
Orgullo se realiza durante el mes de noviembre, conmemorando la creación de la
primera organización LGBT de Argentina y América Latina en el año 1967, llamada
«Nuestro Mundo».
La Constitución de la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires establece en su artículo 11 que «todas las personas tienen idéntica
dignidad y son iguales ante la ley. Se reconoce y garantiza el derecho a ser
diferente, no admitiéndose discriminaciones que tiendan a la segregación por
razones o con pretexto de raza, etnia, género, orientación sexual, edad,
religión, ideología, opinión, nacionalidad, caracteres físicos, condición
psicofísica, social, económica o cualquier circunstancia que implique
distinción, exclusión, restricción o menoscabo».
La lucha contra la discriminación fundada en la
orientación sexual o la identidad de género implica la necesidad de avanzar en
la consolidación de la igualdad legal lograda, mediante políticas públicas que
permitan alcanzar la igualdad real para lesbianas, gays, bisexuales y trans.
Si bien hubo avances importantísimos en el
reconocimiento de los derechos de las personas LGBT a nivel nacional, como la Ley
de matrimonio igualitario, la Ley de identidad de género y salud integral para
personas trans, políticas públicas relacionadas a la diversidad sexual y la
presencia de referencias positivas en el arte, la cultura y los medios de
comunicación, la discriminación todavía sigue siendo una realidad cotidiana
para lesbianas, gays, bisexuales y trans en el ámbito laboral, los ámbitos
educativos y de salud, en las instituciones y dentro de las familias, así como
también puede observarse en los medios de comunicación masiva y en las
publicidades, a través de los estereotipos y la ridiculización.
Al respecto, el Plan Nacional contra la
Discriminación, aprobado por Decreto 1086/2005, señala que «nuestra sociedad
históricamente legitimó una concepción de sexualidad única, normal, sana y
legal que se contraponía a cualquier otra concepción de sexualidad. Esta noción
niega la evidencia de la existencia de sexualidades diversas y diferentes
orientaciones sexuales e identidades de género. Esto genera que las personas
que viven una orientación o identidad sexual diferente a la norma son
invisibilizadas en las campañas de salud, reprimidas en los ámbitos educativos,
hostigadas por las fuerzas de seguridad, castigadas por sus familias, entre
otras cosas; viviendo situaciones de extrema marginalidad y opresión».
Los avances alcanzados y el camino a la
igualdad real que con ellos se inició, requiere también la actualización de
normas como la Ley Nacional 23.598, de Actos Discriminatorios, que si bien ha
sido una importante herramienta en el combate a la discriminación, no incluye
explícitamente la discriminación por orientación sexual ni por identidad o
expresión de género, por lo que su modificación para saldar esta cuestión, así
como una reforma más profunda que la haga más operativa y efectiva es un
reclamo histórico del colectivo LGBT.
Y sin dudas, si algo han visibilizado las
luchas del movimiento de la diversidad sexual en nuestro país, es todo lo que
aún queda pendiente por avanzar hacia un Estado realmente laico, para evitar
que las creencias religiosas de algunas personas o grupos sean impuestas a toda
la sociedad, con criterios que profundizan la discriminación y el estigma.
Por ello, las organizaciones de la diversidad
sexual acordaron que este año la consigna central de la Marcha del Orgullo sea «Por
más igualdad real: Ley antidiscriminatoria y Estado laico».
Todas las personas tienen derecho a ejercer
libremente su sexualidad sin ser discriminadas; a ser «diferentes» a la norma o a patrones
pretendidamente «tradicionales», pero siendo reconocidas iguales en dignidad y
derechos; a no tener que ocultarse por miedo al rechazo o incluso a la
violencia. Desde la Ciudad de Buenos Aires debemos trabajar para seguir
aportando en el camino hacia la igualdad y la no discriminación, por una
sociedad justa para todos y todas.
La Marcha del Orgullo es el hecho social y
político más importante del año de la comunidad LGBT: es el marco en el cual
las organizaciones y la sociedad civil en general tienen la posibilidad de
manifestarse y visibilizar sus reivindicaciones, por lo que resulta un hecho de
singular relevancia también para nuestra Ciudad.
Por todo lo expuesto, solicito la aprobación
del presente proyecto de declaración.