De ser aprobado el matrimonio entre personas del mismo sexo, también podrían adoptar. Se especula que los legisladores que apoyarán la iniciativa serán 35 y los opositores 32. En caso de igualdad, decidirá Pampuro, a favor.
Por:
Felipe Yapu, Lucia Alvarez
Otra jornada de polarización por el proyecto de ley que permite el matrimonio entre personas del mismo sexo se desarrolló ayer con concentraciones a favor y en contra de la propuesta que ya cuenta con media sanción en Diputados y cuyo destino se definirá hoy en la Cámara Alta.
El debate se prevé largo y complicado. Los presidentes de los bloques acordaron que únicamente se debatirán los dos dictámenes sobre la media sanción de Diputados: esto es el que rechaza y el que lo respalda. El dictamen sobre unión civil quedó descartado. Sin embargo, es posible escuchar hoy a algunos de los senadores que lo respaldan, solicitar su tratamiento, si es que triunfa el rechazo a la media sanción de Diputados. Claro, para ese entonces, el bloque del Frente para la Victoria (FPV) ya no estará en sus bancas porque sostienen que es un proyecto sobre el mismo tema que, al ser rechazado, pierde estado parlamentario tal como lo prevé la Constitución.
Cuando el senador y presidente provisional de la Cámara alta, José Pampuro, de por comenzada la sesión -conduce porque Julio Cobos está a cargo del Ejecutivo-, los legisladores discutirán sobre el dictamen que recomienda rechazar el matrimonio gay. En caso de ser derrotada esta posición, votarán el que recomienda aprobar el proyecto. Ahora bien, si se aprueba, será ley. Salvo que, como especulan algunos senadores de la UCR, en el tratamiento en particular de los artículos se realicen algunas modificaciones. Si esto ocurriese, la corrección volverá a Diputados, donde podrán insistir con el texto original o aceptar lo votado en el Senado. Así, la definición se extenderá en el tiempo. Esta posibilidad es rechazada de plano por el FPV.
Si de arriesgar números se trata, el voto a favor tiene una leve ventaja. Estimaciones previas sostienen que hay 35 votos a favor, pero en el FPV nadie se atreve a confirmarlo. Los que rechazan arañan las 32 voluntades. Hay al menos cuatro ausencias confirmadas. Además de las senadoras que integran la delegación que acompaña a la presidenta Cristina Fernández por China, Marina Riofrío y Ada Iturrez, no estarán Luis Viana (FPV Misiones) y el riojano Carlos Menem.
"Esto es a suerte y verdad. Estamos decididos a garantizarle a las minorías los derechos que les corresponden", dijo Miguel Pichetto, jefe del bloque de los senadores del FPV, al tiempo que se negaba a arriesgar los números de una posible votación. La cita es a las 12:30, y tanto los que respaldan como los que rechazan el proyecto, aseguran que van a ocupar sus asientos garantizando el quórum.
Mientras se definían estas cuestiones reglamentarias, afuera del Congreso una marea naranja de agrupaciones católicas y evangélicas se reunieron en una marcha organizada por el Departamento de Laicos de la Conferencia Episcopal Argentina, la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas, la Federación Confraternidad Evangélica Pentecostal y familias autoconvocadas.
El lema por el que se movilizaron fue "Los chicos tenemos derecho a mamá y papá" y los carteles eran elocuentes: "Sodoma=Argentina", "SOS Familia", "Voto familias sin drogas, con mamás y papá", "¿También van a cambiar la Biblia?"
Algunos otros letreros se prestaban a confusiones, incluso para los propios manifestantes. Ricardo y Elisa no podían explicar por qué la bandera que flameaba sobre sus cabezas anunciaba "Levítico=Abominación; San Pablo=Delito", pero sí aseguraban que "San Pablo era muy severo con los homosexuales y consideraba que eran como perros".
"Esto es algo preocupante para el país. Se desarma la Argentina con esta ley. A los homosexuales hay que tolerarlos si tienen ese problema, pero no podemos instituirlos. Imaginate si un homosexual adopta, ¿te crees que no lo va a tocar? Si ese tipo de cosas pasan hasta pasa adentro de la Iglesia", comentó Ricardo. Desde el palco, los presentadores leían manifestaciones de apoyo que llegaban de distintos puntos del país, entre las cuales se destacó una carta del cardenal Jorge Bergoglio. "Distinguir no es discriminar, sino respetar", leyeron, y la gente se desbordó entre gritos y aplausos. La música elegida para ambientar la manifestación fueron chacareras y cuecas y una versión de la canción del mundial que realizó el Movimiento Familias Cristianas- San Juan, cuya letra se repartía entre la gente: "UNIDOS, seremos grandes, seremos fuertes, somos un PUEBLO INTELIGENTE que viene y que va con MAMÁ y PAPÁ".
Más allá de la intransigencia de varios manifestantes, otras posturas como la de Carlos y su hijo Agustín de La Plata, criticaban el fundamentalismo: "Yo viví la dictadura y aprendí que siempre hay que respetar a las opiniones diferentes. Estamos de acuerdo con que haya gente que salga por la opción contraria, es un acto democrático. Además de que estamos de acuerdo con que las parejas homosexuales tengan resguardo jurídico, pero nos interesa decir que la familia conformada por una mamá y un papá es una institución que hay que preservar", explicó Carlos.
Con una hora y media de diferencia y en diez puntos de la ciudad, manifestantes a favor del matrimonio se concentraron con bombos, cacerolas, vuvuzelas e improvisados elementos de percusión para asistir a "ruido por la igualdad", una iniciativa impulsada por el Inadi.
Aunque las organizaciones que apoyan el proyecto de ley dieron su respaldo, sus referentes prefirieron no salir a la calle: "Queremos visibilizar a la gente que reclama la igualdad de derechos para todos los ciudadanos", explicó a este diario María Rachid, presidenta de la Federación Argentina Lesbianas, Gays, Bisexuales, Travestis y Transexuales (FALGBTT).